Puede sonar demasiado arriesgado o exótico para los no iniciados en la inversión, pero nada más lejos de la realidad. Invertir en capital riesgo en medio de una crisis es cuando más rentable sale.

Capital Riesgo, Willis Towers Watson
Según un análisis histórico de Willis Towers Watson, las cosechas de los fondos de capital privado que comenzaron durante las dos últimas crisis económicas mundiales (burbuja de las puntocom en 2001-02 y crisis financiera global en 2007-08) han superado a otras que comenzaron a invertir dos o tres años antes de una recesión o, incluso, más de cinco años después.
“El actual entorno puede ser excelente para hacer adquisiciones a valoraciones más bajas y aprovechar el repunte a medida que los mercados se reequilibren. La compra de activos infravalorados también proporciona un grado de protección a la baja en caso de que los mercados caigan aún más”, explica Oriol Ramírez-Monsonis, responsable del área Delegated dentro del equipo de Investments de la consultora en España.
En base a esta afirmación, el contexto es idóneo para posicionarse en los activos no cotizados, puesto que las previsiones económicas de los expertos apuntan a una disminución del 5% del PIB mundial para 2020.
Las gestoras de capital riesgo ya preparan su artillería y tienen pólvora seca (liquidez) por valor estimado de 1.500 millones de dólares a la espera de ser invertida en el mercado.
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